¿Cómo instalar suelo laminado Leroy Merlin? Todo lo que necesitas saber sobre su mantenimiento

El suelo laminado se ha convertido en una de las opciones más populares para renovar espacios tanto en viviendas como en locales comerciales. Su aspecto estético que imita maderas naturales, combinado con su resistencia y facilidad de instalación, lo convierte en una alternativa accesible para quienes buscan transformar sus ambientes sin necesidad de contratar mano de obra especializada. Leroy Merlin ofrece una amplia gama de modelos que se adaptan a diferentes estilos decorativos y presupuestos, permitiendo que cualquier persona con un poco de destreza manual pueda llevar a cabo este proyecto durante un fin de semana.

Preparación del espacio antes de la instalación del suelo laminado

Antes de comenzar a colocar las tablas de suelo laminado, resulta fundamental preparar correctamente la superficie sobre la que se trabajará. Una instalación exitosa depende en gran medida de esta etapa previa, ya que cualquier irregularidad o problema estructural puede comprometer el resultado final y la durabilidad del pavimento.

Verificación y nivelación del suelo base

El primer paso consiste en examinar minuciosamente el suelo existente para detectar desniveles, grietas o imperfecciones significativas. La superficie debe estar completamente lisa, limpia y seca antes de proceder. Para verificar la nivelación, se recomienda utilizar un nivel de burbuja largo que permita identificar diferencias de altura superiores a tres milímetros por metro lineal. Cuando se detectan irregularidades mayores, es necesario aplicar una capa de mortero autonivelante que corrija estos desniveles. Este producto se distribuye de manera uniforme y se deja secar durante el tiempo indicado por el fabricante, generalmente entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas. Además, conviene retirar cualquier resto de pegamento, polvo o suciedad que pueda interferir con la correcta adherencia de la base aislante que se colocará posteriormente.

Materiales y herramientas necesarios para comenzar

Para llevar a cabo la instalación de forma eficiente, es imprescindible reunir todos los elementos necesarios antes de empezar. Entre los materiales básicos se encuentran las propias lamas de suelo laminado, la base aislante o manta de espuma que actuará como amortiguador acústico y térmico, y las cuñas de separación que garantizarán el espacio perimetral requerido para la dilatación natural del material. En cuanto a las herramientas, se necesitará una sierra de calar o una sierra circular para realizar los cortes precisos, un metro o cinta métrica, un lápiz para marcar, un martillo de goma para encajar las piezas sin dañarlas, y una escuadra para asegurar ángulos rectos. También resulta útil disponer de una palanca de tracción que facilite el ajuste de las últimas tablas en cada fila. La inversión en estas herramientas es moderada y muchas de ellas pueden conseguirse en préstamo o alquiler, lo que reduce considerablemente el coste total del proyecto.

Proceso paso a paso para colocar tu suelo laminado de Leroy Merlin

Una vez preparado el espacio y reunidos todos los materiales, comienza la fase de instalación propiamente dicha. Este proceso requiere atención al detalle y paciencia, pero siguiendo una secuencia lógica se puede completar sin complicaciones mayores.

Técnica de instalación con sistema de clic

La mayoría de los suelos laminados que ofrece Leroy Merlin cuentan con un sistema de ensamblaje mediante clic, que facilita enormemente la labor. Este mecanismo permite unir las tablas sin necesidad de adhesivos ni herramientas complejas. Para comenzar, se despliega la base aislante sobre toda la superficie del suelo, asegurándose de que las juntas queden selladas con cinta adhesiva para evitar desplazamientos. Después, se inicia la colocación desde una esquina de la habitación, preferiblemente desde la pared opuesta a la entrada principal. La primera fila de lamas debe instalarse con la lengüeta orientada hacia la pared, colocando cuñas de separación cada cincuenta centímetros para mantener una junta de dilatación de aproximadamente ocho a diez milímetros. Las tablas se encajan inclinándolas ligeramente y presionando hacia abajo hasta escuchar el característico clic que indica que han quedado firmemente unidas. Es importante trabajar fila por fila, alternando las juntas entre tablones para crear un patrón escalonado que aporte mayor estabilidad visual y estructural al conjunto.

Consejos para cortar y ajustar las tablas en esquinas y bordes

Al llegar al final de cada fila o al encontrarse con obstáculos como marcos de puertas, tuberías o columnas, será necesario realizar cortes precisos. Para medir correctamente la longitud de la tabla que cierra cada hilera, se coloca la pieza sobre la última instalada y se marca el punto exacto donde debe cortarse, restando siempre el espacio de dilatación. La sierra de calar resulta ideal para cortes rectos y también para realizar formas curvas o irregulares alrededor de elementos arquitectónicos. Al trabajar con esquinas, conviene medir dos veces antes de cortar para evitar desperdicios innecesarios. Los recortes sobrantes de una fila pueden utilizarse para iniciar la siguiente, optimizando así el uso del material. En zonas donde el suelo laminado se encuentra con otro tipo de pavimento o con puertas, se recomienda instalar perfiles de transición que cubran la junta de dilatación y aporten un acabado profesional. Estos perfiles están disponibles en diversos colores y acabados en Leroy Merlin, coordinados con las gamas de suelos que comercializan.

Cuidados esenciales para prolongar la vida útil de tu suelo

Una vez completada la instalación, el mantenimiento adecuado del suelo laminado resulta crucial para preservar su apariencia y funcionalidad durante muchos años. Aunque este tipo de pavimento es conocido por su resistencia, ciertos cuidados básicos ayudarán a evitar daños prematuros.

Rutina de limpieza diaria y productos recomendados

La limpieza regular del suelo laminado debe realizarse con métodos suaves que no comprometan la capa protectora superficial. Para el mantenimiento diario, basta con pasar una mopa de microfibra seca o ligeramente humedecida que recoja el polvo y las partículas sin dejar exceso de agua. Es fundamental evitar el uso de fregonas empapadas o la aplicación directa de grandes cantidades de líquido, ya que la humedad excesiva puede infiltrarse entre las juntas y provocar hinchazón o deformación de las tablas. Cuando se requiera una limpieza más profunda, se recomienda utilizar productos específicos para suelos laminados, diluidos en agua según las indicaciones del fabricante. Estos limpiadores están formulados para no dejar residuos ni dañar el acabado. Conviene evitar productos abrasivos, ceras o abrillantadores que puedan crear capas resbaladizas o estropear la superficie. Tras aplicar el producto, se debe pasar un paño seco para eliminar cualquier resto de humedad y evitar la formación de manchas.

Protección contra rayones y manchas difíciles

Para minimizar el riesgo de rayones, resulta aconsejable colocar fieltros adhesivos bajo las patas de muebles y sillas, especialmente en aquellos que se desplazan con frecuencia. Estos protectores distribuyen el peso de manera uniforme y evitan marcas permanentes en el pavimento. En áreas de alto tránsito o en entradas, el uso de felpudos ayuda a retener la suciedad y las partículas abrasivas que pueden dañar la superficie. Ante derrames de líquidos, es importante actuar con rapidez, secando inmediatamente la zona afectada con un paño absorbente para evitar que la humedad penetre en las juntas. En caso de manchas más persistentes como tinta, café o vino, se puede aplicar un poco de alcohol isopropílico o acetona en un paño limpio, frotando suavemente sin frotar en exceso. También conviene proteger el suelo de la exposición directa y prolongada a la luz solar intensa, que puede provocar decoloración en algunas tonalidades de laminado. El uso de cortinas o persianas durante las horas de mayor radiación contribuye a mantener el color original del pavimento.

Solución de problemas comunes tras la instalación

Incluso siguiendo todas las recomendaciones, pueden surgir pequeños inconvenientes después de instalar el suelo laminado. Conocer las soluciones más efectivas permite abordar estos problemas de forma rápida y eficiente.

Qué hacer si aparecen juntas separadas o levantadas

La aparición de separaciones entre las tablas suele deberse a variaciones de humedad o temperatura en el ambiente, que provocan la expansión o contracción del material. Si las juntas se abren ligeramente, lo primero es verificar que la junta de dilatación perimetral no esté obstruida por rodapiés demasiado ajustados o por objetos pesados que impidan el movimiento natural del suelo. En ocasiones, retirar estos elementos permite que el pavimento se reajuste por sí solo. Si el problema persiste, puede ser necesario desmontar parcialmente el suelo para revisar si la base aislante está correctamente colocada o si existe algún desnivel que no se corrigió adecuadamente. En el caso de tablas que se levantan en los bordes, esto puede indicar la presencia de humedad subterránea o un golpe que ha dañado el sistema de clic. Para solucionar este problema, se debe identificar la fuente de humedad y corregirla antes de proceder al remontaje de las piezas afectadas. Si el daño es localizado, es posible reemplazar únicamente las tablas dañadas sin necesidad de desmontar toda la instalación.

Reparación de daños menores en las lamas

Los arañazos superficiales o pequeñas abolladuras pueden repararse utilizando kits de retoque específicos para suelos laminados, que incluyen masillas y rotuladores de color que se aplican sobre la zona afectada para disimular el defecto. Estos productos están disponibles en diferentes tonalidades en Leroy Merlin, permitiendo encontrar una correspondencia cercana al color del suelo. Para aplicar la masilla, se limpia primero la zona dañada y se rellena la hendidura con una espátula pequeña, alisando después con un paño suave. Una vez seca, se puede sellar con un poco de barniz incoloro para proteger la reparación. En el caso de daños más profundos o extensos, la mejor opción es sustituir la tabla completa. Gracias al sistema de clic, es posible extraer las piezas afectadas comenzando desde el borde más cercano y reemplazarlas por otras nuevas, siempre que se hayan guardado algunas tablas de repuesto tras la instalación inicial. Este tipo de reparaciones son sencillas y permiten mantener el aspecto impecable del suelo sin grandes inversiones de tiempo o dinero.